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La Universidad Católica de Colombia, ha seleccionado el siguiente texto de la carta del Patriarca de Venecia Albino Luciani, quien fue después JUAN PABLO I, a Guillermo Marconi, en el libro Ilustrísimos Señores, como una contribución a la reflexión, desde la academia, sobre el bien supremo de la paz:
“En línea con la Biblia, los últimos papas han abogado calurosamente por la causa de la unidad y de la paz. En especial, Pablo VI ha abierto incluso vías completamente nuevas, hablando ante la ONU, enviando telegramas a los mismos jefes de los Estados comunistas, ofreciendo su mediación.
Me preguntará usted: ¿Con qué resultados? Al menos, se ha obtenido el resultado de propagar y difundir una convicción, de crear un nuevo clima y de impulsar un cambio que se está produciendo. Usando un recurso clásico, yo diría que estamos pasando de la mentalidad de Juan Galeazzo Visconti a la de Petrarca.
El primero, según el estilo de los señores renacentistas, no concebía un gobierno que no mantuviera guerras, y llegó al extremo de prohibir que los sacerdotes dijeran en la misa las palabras dona nobis pacem.
Petrarca era de parecer diametralmente opuesto y refería el diálogo mantenido entre él y un loco. Este, al ver soldados en marcha, preguntó al poeta: “¿A dónde van?” “A la guerra”, le respondió Petrarca. Y el loco observó: “¿No es cierto que esta guerra terminará un buen día mediante la paz?” “¡Cierto!”, replicó el poeta. “Entonces – añadió el loco ¿por qué no hacen inmediatamente la paz antes de comenzar la guerra?” Petrarca concluía melancólicamente: “¡Yo pienso igual que este loco!”
Con la ayuda de Dios, parece que un poco de esta bendita locura se está difundiendo también por la acción de la Iglesia en todas las mentes.
- (LUCIANI, Albino (Juan Pablo I), Carta a Guillermo Marconi. En Ilustrísimos Señores – Cartas del Patriarca de Venecia. Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos – BAC -, 1978, p. 253-263)
*El subrayado es nuestro